Limites de la zona de confort
Zona de confort – El miedo a cometer un error
Lo que nos mantiene atrapados en esta Zona de Confort es el miedo a cometer errores y tener que exponernos al juicio de los demás. El miedo a cometer un error es uno de los principales factores que contribuyen a la dificultad de salir de su zona de confort. Muchas personas prefieren permanecer en su zona de confort porque tienen miedo de fallar, cometer errores o ser juzgadas por los demás.
Pensamos que podemos perder la aprobación de los demás y tememos cometer un error. La novedad nos asusta.
Por eso muchas veces nos encontramos atrapados en situaciones que no nos satisfacen, pero a pesar de ello no nos atrevemos a cambiar.
Prevalece el miedo a perder lo que creemos seguro, a pesar de que esto no nos da satisfacción. Es por ello que podemos encontrarnos viviendo condiciones de vida frustrantes o relaciones amorosas fallidas.
Salir de la Zona de Confort es importante, salir de la rutina y de los mecanismos que nos atrapan en el hábito.
Permanecer en la Zona de Confort nos tranquiliza, pero impide el cambio.
Pero, seamos más específicos.
Mucho depende de nuestra personalidad y del período que estemos viviendo.
La mayoría de las veces representa una trampa.
Nuestra mente nos tiende muchas trampas poderosas, que pueden bloquearnos y mantenernos siempre en el mismo lugar.
Analizando mejor este mecanismo mental podemos encontrar algunos de sus modos típicos de expresión que son los siguientes:
Zona de confort como rincón tranquilizador, en nuestra mente
Tenemos la impresión de que todo fluye para mejor, pero todo es plano y monótono, ya no hay sorpresas. En las relaciones nos sentimos insatisfechos y salimos con las mismas personas una y otra vez. Hacemos las cosas repetitivas de siempre y siempre nos expresamos con los discursos de siempre. En definitiva, algo dentro de nosotros nos dice que nos gustaría algo diferente. Sentimos la necesidad de un cambio, pero no ponemos nuestra mente en la condición creativa y no buscamos oportunidades, porque no estamos demasiado confiados ni demasiado preparados o demasiado preparados. Mientras tanto, nos quedamos quietos.
Zona de confort como ilusión mental de confort
Esto es muy peligroso y muy cercano a la patología. Nos decimos a nosotros mismos la comodidad, por miedo al cambio. Es la trampa mental más pura y arriesgada. Estamos atrapados en una rutina y seguimos haciendo las mismas cosas una y otra vez, precisamente porque estamos en una jaula de falsas certezas. Vivimos en una condición congelada. No comprendemos nuestras necesidades y nos basamos en viejos prejuicios o condicionamientos que provienen de familiares y amigos.
Zona de confort como momento transitorio
Son momentos de transición en los que estamos tratando de reorganizar nuestras energías, para luego lanzarnos hacia nuestras metas. Es la zona de confort mental más sana y beneficiosa, porque nos permite recargar las pilas para reiniciar con más seguridad.
En este sentido, la zona de confort puede verse como un momento transitorio, una fase en la que nos encontramos adquiriendo nuevas habilidades, explorando nuevas posibilidades y ampliando nuestros horizontes. Una vez que ganamos algo de confianza y dominamos estas nuevas habilidades, estamos listos para salir de nuestra zona de confort y asumir nuevos desafíos.
Sin embargo, este proceso de salir de tu zona de confort puede ser difícil y requiere mucho coraje.
Podemos experimentar ansiedad, miedo y dudas sobre nosotros mismos a medida que nos esforzamos más allá de nuestros límites, pero solo a través de este tipo de desafíos podemos crecer y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
Zona de confort: ¿En qué zona de confort te encuentras?
Es importante entender en qué Área de Confort nos encontramos.
La Zona de Confort como un momento transitorio es probablemente la mejor manera de experimentar este mecanismo de la mente.
Tratemos de formular una imagen: imaginemos este espacio mental nuestro, como un lugar donde nos sentimos seguros y en paz con nosotros mismos y con el mundo. Y en este espacio propio podemos hablar de nosotros y de nuestros proyectos y de nuestras ideas, que también queremos comunicar a los demás para que participen.
Aquí podemos encontrar nuestras soluciones y liberar nuestras emociones.
Zona de confort: sal de tu zona de confort
Salir de tu zona de confort ayuda. Una vez que te expones a la situación temida, empiezas a aprender que ya no tienes que evitarla. A continuación, se presentan algunos consejos sobre cómo empezar.
Sin embargo, si su miedo es intenso o ha tenido una experiencia traumática, es posible que deba abordar las situaciones temidas con un terapeuta antes de intentarlo por su cuenta.
Tómalo con calma. Determina qué te haría sentir aprensivo, pero no con pánico.
Evalúe la situación Cuando analiza las circunstancias de manera racional, ¿es probable que suceda realmente lo que teme? Es importante comenzar con una situación que no confirmará tus peores temores.
Date permiso para tomar la decisión sobre cuánto tiempo o con qué intensidad te trasladarás a la nueva situación. Es importante que sienta una sensación de control.
Debe permanecer en la situación el tiempo suficiente o repetirla con la frecuencia suficiente para reducir el miedo y la ansiedad.
La capacidad de resolver los problemas de la vida y vivir la vida que quieres vivir a veces significa enfrentar tus miedos y ansiedades. Salir de tu zona de confort puede recordarte que la vida tiene experiencias positivas que ofrecer, así como también negativas.
Juntos podemos encontrar una solución. Pide tu cita.
Será un gusto trabajar contigo
Si decides profundizar en tu trabajo personal, puedes agendar una cita en el siguiente botón