MUCHOS TIENEN LA ILUSION QUE EL TIEMPO CURA TODO..... NADA MAS FALSO, EL TIEMPO SOLO NOS ENTIERRA.
Aquí quiero hablar de las heridas emocionales de la infancia, que si no resuelta, en la tapa de la vejez siguen haciendo estragos.
Las heridas emocionales de la infancia son experiencias traumáticas que pueden afectar a una persona durante toda su vida. Las experiencias negativas y dolorosas en la infancia, como el abuso físico o emocional, el abandono, la negligencia, la violencia doméstica, el divorcio de los padres, entre otras, pueden dejar una marca profunda en el individuo y afectar su bienestar emocional y psicológico a lo largo de toda su vida.
Estas heridas emocionales pueden manifestarse de diferentes maneras en la edad adulta, como ansiedad, depresión, estrés postraumático, adicciones, problemas de relaciones interpersonales y problemas de autoestima. Sin embargo, estas heridas también pueden acentuarse y ser mucho más evidentes en la vejez, si no se han sanado adecuadamente.
La vejez es una etapa de la vida en la que las personas experimentan una serie de cambios físicos y emocionales. Muchas personas experimentan dolor, enfermedades, discapacidades y la pérdida de seres queridos. Estos cambios pueden hacer que las heridas emocionales de la infancia, que habían sido suprimidas o ignoradas, vuelvan a aparecer y sean más intensas.
Por ejemplo, una persona que sufrió abuso emocional durante su infancia puede sentirse insegura y ansiosa en su vida adulta, pero en la vejez, cuando se enfrenta a la pérdida de su autonomía, puede sentirse completamente impotente, frustrada y desesperada. Una persona que sufrió abandono de sus padres puede experimentar sentimientos de soledad y aislamiento en su vida adulta, pero en la vejez, cuando se enfrenta a la pérdida de sus seres queridos, puede sentirse completamente sola, abandonada y desamparada.
Es como que las heridas emocionales de la infancia con el pasar de los años van subiendo de "volumen".
Pero ya estas emociones no resueltas, han afectado el cuerpo físico (diabetes, presión alta, arritmia, falta de flexibilidad, insomnio, falta de energía, apatía, depresión, etc.).
El grave problema es que los médicos te hacen creer que por la edad eso es normal, como también esta normalmente aceptado que no hay remedio ("por la edad).
Cuando al contrario, si los médicos serian mas propensos a recetar terapia psicológica en lugar que solo fármacos, se por experiencias que las personas adultas mayores obtendrían mas bienestar.
En resumen, las heridas emocionales de la infancia pueden ser más evidentes y acentuadas en la vejez si no se sanan adecuadamente. Es importante buscar ayuda profesional y emocional para procesar estas emociones y encontrar maneras de sanar. Nunca es demasiado tarde para trabajar en uno en el bienestar emocional y psicológico y encontrar la paz interior en la vejez. La vejez es una etapa de la vida que puede ser difícil, pero también puede ser un momento de reflexión, crecimiento y autoaceptación.
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