La zona de confort
"La Zona de Confort" en psicología está representada por una condición mental de seguridad, en la que nos sentimos tranquilos y estable. Todo fluye sin ningún cambio, hay una cierta rutina y previsibilidad, donde has establecido hábitos y evitas situaciones desconocidas o potencialmente incómodas.
Es un estado mental en el que nos movemos sin sentir ansiedad, porque no hay percepción de riesgo, repetimos lo que nos resulta familiarizado porque es un lugar cómodo donde nos sentimos seguros.
Sin embargo, permanecer demasiado tiempo en la zona de confort puede impedirnos crecer, progresar, y alcanzar nuevas metas tanto a nivel personal, como social y profesional. Salir de su zona de confort puede ser un desafío, pero también puede brindar oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
Encontrar un equilibrio entre estos dos aspectos puede ser la clave de nuestro éxito y bienestar. Es importante ser conscientes de nuestra zona de confort y las posibles limitaciones que puede conllevar.
Es importante encontrar un equilibrio entre la necesidad de sentirse seguro y la posibilidad de expandirse y mejorar, para lograr una vida más plena y satisfactoria.
Sal de la zona de confort
Muchos se han encontrado en una situación de hacer una elección, pero sin poder decidir si quedarse en la vieja situación o embarcarse en una nueva, completamente desconocida.
¿Y cuántas veces hemos pensado en querer cambiar algo en nuestra vida y luego nos quedamos estancados en nuestra rutina habitual, sin hacer ningún cambio?
A veces hacemos muchas promesas y nos fijamos muchas buenas resoluciones, tal vez incluso empezamos a dar unos pequeños pasos para cambiar, pero luego nos detenemos y empezamos a encontrar justificaciones para no avanzar y empezamos a encontrar toda la negatividad en el cambio.
Entonces… ¿Qué está pasando?
¡Simple! Nos encontramos en la Zona de Confort, una condición mental de confort, en la que tratamos a toda costa de evitar la ansiedad del cambio, limitándonos a repetir siempre las mismas conductas y evitando cualquier posibilidad de riesgo.
Se trata de ese estado de ánimo en el que nos sentimos cómodos y seguros. Aquí también podemos redescubrir nuestras fortalezas y nuestras certezas.
Pero, a veces, esto se convierte en un mecanismo trampa, que nos bloquea y no nos deja progresar.
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